1.- INTRODUCCIÓN
Las estenosis biliares benignas (EBB)
representan un problema de difícil solución
terapéutica, debido a la frecuencia de recidiva
tras el tratamiento, pudiendo llegar, si no se soluciona
adecuadamente, a colangitis de repetición y
en ocasiones a cirrosis biliar secundaria. Hasta hace
poco tiempo, la cirugía suponía la única
opción terapéutica en este tipo de pacientes,
si bien en los últimos años las técnicas
endoscópicas y de radiología intervencionista
han permitido la resolución de gran número
de casos mediante actuaciones menos agresivas. Por
ello, numerosos autores opinan que la intervención
quirúrgica debe reservarse para pacient
es en
los que la actuación endoscópica no
es posible o no ha sido eficaz.
En la mayoría de las series, entre el 80% y
el 90% de las EBB son postquirúrgicas, mientras
que la pancreatitis crónica es responsable
del 8,5% de dichas estenosis. Otras causas, ya menos
frecuentes, incluyen colangitis esclerosante primaria
(CEP), fibrosis quística con afectación
hepática, anillos vasculares, tuberculosis,
o incluso, excepcionalmente, la existencia de mucosa
gástrica ectópica en la vía biliar.
2.- ESTENOSIS BILIARES POST-QUIRÚRGICAS
La mayoría de las estenosis
post-quirúrgicas de la vía biliar se
presentan de forma temprana después de la intervención,
de forma que hasta el 70% de ellas aparecen en los
primeros seis meses. La colecistectomía es
la causa más frecuente de estas lesiones, habiéndose
incrementado su incidencia desde la introducción
de la cirugía laparoscópica, y situándose
en la actualidad entorno al 0,55 % de las intervenciones.
Entre los factores asociados a las lesiones de la
vía biliar durante la cirugía se encuentran,
además de aquellos atribuibles directamente
a la técnica quirúrgica (exposición
inadecuada, incorrecta identificación de las
estructuras anatómicas), otras circunstancias
como las anomalías congénitas de la
vía biliar, una intensa reacción inflamatoria
o la isquemia.
El tratamiento adecuado de estas estenosis requiere
en primer lugar un diagnóstico preciso con
una definición suficiente de la morfología
de la vía biliar mediante colangiopancreatografía
retrógrada endoscópica (CPRE) o colangiografía
percutánea. La reparación quirúrgica
es técnicamente compleja y conlleva una morbilidad
relevante, así como una mortalidad no desdeñable
que se sitúa entre 5-8% de los casos. Tampoco
es despreciable la tasa de reaparición de estenosis.
Estos factores, junto al continuo desarrollo de nuevas
técnicas intervencionistas radiológicas
y endoscópicas, han conducido a la progresiva
introducción de diferentes alternativas de
tratamiento no quirúrgico. Actualmente se dispone
de distintas series que evalúan la dilatación
percutánea con balón de las estenosis
benignas post-quirúrgicas de la vía
biliar bajo control radiológico, que comunican
tasas de éxito de entre el 55% y el 80%.
El procedimiento endoscópico se inicia con
la CPRE, se delimita y estudia la estenosis, se pasa
un hilo-guía de punta atraumática a
su traves, y habitualmente se realiza una esfinteromía
endoscópica. Se pueden utilizar diferentes
tipos de dilatadores como pequeñas bujias de
dilatación mecánica , pero está
más generalizado el uso de balones de dilatación
de entre 4 y 10 mm de diámetro, que se rellenan
con aire o con líquido (agua o contraste) a
una presión que puede oscilar entre 6 y 10
atmosferas. Tras la dilatación se suele colocar
una o varias prótesis biliares plásticas,
con la intención de remodelar la zona estenosada
e impedir que se vuelva a cerrar cuando cicatriza
la lesión que se produce con la dilatación.
Estos procedimientos se pueden repetir cada tres meses
durante un año. El uso de dilataciones endoscópicas
con o sin endoprótesis, ha mostrado buenos
resultados que distintas series sitúan entre
el 55% y el 88% de los casos.
En función de estos resultados, se puede sugerir
que una aproximación válida para el
manejo de estas lesiones puede consistir en intentar
inicialmente una terapia endoscópica (si la
localización de la estenosis lo permite) o
transcutánea, recurriendo a la cirugía
como tratamiento de rescate.
Mención especial merecen las estenosis biliares
post-quirúrgicas que pueden ocurrir en pacientes
trasplantados hepáticos. Se estima que un 40%
de las complicaciones biliares en el trasplante hepático
incluyen estenosis de la vía biliar. Recientes
estudios indican éxito terapéutico de
esta complicación mediante CPRE en el 70% de
los casos, evitando así la cirugía a
este tipo de pacientes.
3.- COLANGITIS ESCLEROSANTE PRIMARIA
La existencia de estenosis en la
CEP se manifiesta por la aparición o empeoramiento
de su ictericia, o bien por episodios de colangitis
aguda. En estos casos es prioritario descartar la
posibilidad de que se haya desarrollado un colangiocarcinoma,
cuya incidencia en los pacientes con CEP se eleva
a un 10%. Para ello es útil realizar CPRE con
cepillado de la zona y, si es posible biopsia, para
lo cual en ocasiones se precisa el uso del coledocoscopio.
La indicación principal en estos pacientes
, es la estenosis dominante preferentemente de la
vía biliar extrahepática, si bien también
se pueden tratar estenosis intrahepáticas e
incluso múltiples. En estos pacientes la dilatación
y colocación de prótesis se realiza
según la técnica antes descrita, pero
el recambio de la prótesis se debe hacer con
una mayor frecuencia.
Si bien las series publicadas no son muy amplias,
los resultados de la dilatación endoscópica
o transcutánea son buenos y parecen ser las
opciones terapéuticas de elección. Además
las intervenciones quirúrgicas sobre la vía
biliar en estos enfermos son poco aconsejables ya
que pueden dificultar técnicamente la realización
de un ulterior trasplante hepático.
4.- PANCREATITIS CRÓNICA
La estenosis distal del colédoco
se asocia en ocasiones a pancreatitis crónica.
Numerosos autores han sugerido que la colocación
de prótesis plástica biliar por vía
endoscópica en estos pacientes es excelente
en los episodios agudos de colangitis. Sin embargo,
los resultados son menos satisfactorios a largo plazo.
Actualmente, en función de los datos disponibles
se puede optar en estos casos por un intento terapéutico
con drenaje endoscópico antes de proceder a
la intervención quirúrgica definitiva.
5.- ALGORITMO
DEL MANEJO DE LA ESTENOSIS BENIGNA DE LA VÍA
BILIAR
Tabla 1 (Haga clic para ver Tabla)
6.- BIBLIOGRAFÍA
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